Tardé muchos años en crear este espacio hasta que un buen día, con muchos nervios e incertidumbre, decidí hacerlo y entregarles la llave de mi diario, aunque la verdad se podía abrir con el alambrito del pan.
Muchas gracias por este tiempo, por su interés, por recibirlo con ojos, oídos y corazón abierto y por sus incontables muestras de cariño, las cuales valoro infinitamente.
Abrazos de algodón de azúcar, Adriana
Anuncios